"La ciencia no puede juzgar la cuestión de la posible superintendencia de Dios en la naturaleza. Ni la afirmamos ni la negamos; sencillamente no podemos comentarla como científicos... La ciencia solamente puede trabajar con explicaciones naturalistas; no puede ni afirmar ni negar a otros actores en otras escenas... Olvidemos la filosofía por un momento; el simple empirismo de los últimos cien años debe bastar. Darwin mismo era agnóstico (a causa de la trágica muerte de su hija favorita), pero el gran botánico norteamericano Asa Gray, quien favorecía la selección natural, era un cristiano devoto.
Avancemos cincuenta años: Charles D. Walcott, quien descubrió los fósiles de Burgess Shale, era un darwinista convencido y un cristiano igualmente firme, quien creía que Dios había ordenado la selección natural... Avancemos otros cincuenta años hasta llegar a los dos evolucionistas más grandes de nuestra generación: G.G. Simpson era un agnóstico humanista y Theodosius Dobzhansky, un ortodoxo creyente.
Avancemos cincuenta años: Charles D. Walcott, quien descubrió los fósiles de Burgess Shale, era un darwinista convencido y un cristiano igualmente firme, quien creía que Dios había ordenado la selección natural... Avancemos otros cincuenta años hasta llegar a los dos evolucionistas más grandes de nuestra generación: G.G. Simpson era un agnóstico humanista y Theodosius Dobzhansky, un ortodoxo creyente.
O bien la mitad de mis colegas son enormemente estúpidos (por ser creyentes) o la ciencia del darwinismo es totalmente compatible con las creencias religiosas convencionales"
Stephen Jay Gould
Paleontólogo y biólogo evolutivo estadounidense
1941 - 2002