"Dado que el camino seguido por la evolución cósmica y biológica, en lo que conocemos de la evolución de la vida sobre la Tierra, ha sido, de hecho, un camino de una mayor complejidad a lo largo del tiempo, se podría preguntar si esto constituye una dirección en el proceso. La pregunta que podemos hacernos es si existe una 'direccionalidad' intrínseca en el proceso de la evolución. Por 'direccionalidad' no entendemos 'finalidad', sino, simplemente, si es posible detectar una dirección que, de hecho, haya seguido la evolución. Como la evolución depende en parte de fenómenos fortuitos, éstos, en un momento dado, inclinan el camino en una dirección determinada. Por ejemplo, la extinción de los dinosaurios, probablemente debida al impacto de un meteorito hace unos 60 millones de años, favoreció el desarrollo de los pequeños mamíferos que ya habían aparecido. Éstos constituyeron la línea de desarrollo en los siglos siguientes, quedando los reptiles que habían sobrevivido, estancados. En la evolución de los mamíferos, la dirección seguida es la de especies con un desarrollo cerebral cada vez mayor, desembocando en los primates y, finalmente, en el hombre.
A posteriori, vemos que el desarrollo del cerebro permitió a los animales una mejor adaptación al medio, pero no está nada claro que este proceso fuera inevitable. Aunque la ciencia, al estudiar la evolución, se atiene a presentar lo que sucedió y a proponer posibles mecanismos del modo en que sucedió, no puede hablar de una dirección ni, mucho menos, de una finalidad en el proceso. Sin embargo, una reflexión posterior sobre los datos aportados por ella sí puede plantear la existencia, al menos, de una direccionalidad en la línea de la complejidad, en incluso una verdadera finalidad en todo el proceso.
Esta direccionabilidad se puede observar en los procesos cosmológicos, químicos y biológicos que conducen finalmente a la aparición de la vida inteligente con el hombre. Más aún... el principio antrópico* implica que el hecho de que la evolución haya desembocado en la existencia de vida inteligente en la Tierra supone que la edad, la expansión del universo y el valor de muchas constantes físicas tengan que ser las que son. Pequeños cambios en estos valores habrían imposibilitado la existencia presente del hombre"
Agustín Udías Vallina
Físico, jesuíta y profesor universitario
Catedrático emérito de Geofísica en la Universidad Complutense de Madrid
Miembro de la Academia Europea
Autor de "Historia de la física: de Arquímedes a Einstein", 2004
*Para una explicación sencilla del Principio Antrópico, clic AQUÍ
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Aquí, el astrónomo Luke A. Barnes responde al célebre libro de Victor Stenger (otra biblia atea :-)) "La falacia del ajuste fino, ¿por qué el universo no está diseñado para nosotros?"