"Dios no juega a los dados con el universo"
Albert Einstein
Físico alemán
Formuló la Teoría de la Relatividad
Premio Nobel de Física, 1921
***
"Einstein, deje de decirle a Dios lo que debe hacer con sus dados"
:-)
Niels Bohr
Físico danés
Premio Nobel de Física en 1922
Debemos aclarar que este célebre diálogo mantenido supuestamente entre estos dos gigantes de la física durante el quinto Congreso Solvay, que tuvo lugar en Bruselas en 1927, no hacía alusión al mundo espiritual sino a la, por entonces recién estrenada, teoría cuántica. Según esta hipótesis, el orden molecular que observamos a nivel macroscópico se deriva de un caos imprevisible a nivel cuántico, es decir, a un nivel subatómico. A esta escala tan minúscula parece que la materia sólo sigue leyes de probabilidad.
A Einstein las conclusiones derivadas de esta teoría revolucionaria le incomodaban mucho, de ahí su famosa sentencia sobre Dios y sus dados. Bohr, sin embargo, estaba convencido de que las conclusiones de la mecánica cuántica eran acertadas, a pesar de que desafían todas las leyes, no sólo ya las de la física clásica, sino también las de la razón y la lógica. Como escribió alguien, la física cuántica es una teoría tan definitivamente antiintuitiva, que el sentido común es casi inútil para acercarse a ella y nadie sabe por qué es así. Hace algún tiempo, Stephen Hawking, con su habitual sentido del humor, añadió un poco más de leña al fuego de este viejo debate, declarando que "Dios no sólo juega a los dados, sino que, a veces, los lanza donde no podamos verlos" :-)
Les transcribo unos párrafos muy reveladores del libro "El LHC (el Gran Colisionador de Hadrones) y las frontera de la física" del doctor en física teórica Alberto Casas:
"La idea de que la naturaleza se comporta de forma intrínsecamente probabilística es extremadamente novedosa. En la vida ordinaria usamos
muchas veces el concepto de probabilidad (a menudo de forma inconsciente),
pero siempre como un reflejo de nuestra ignorancia. Cuando tiramos una moneda al aire, pensamos que hay una probabilidad entre dos
de que salga cara y lo mismo de que salga cruz. Pero si pudiéramos medir el
impulso que ejercemos sobre la moneda en el lanzamiento, se podría
calcular el número de vueltas que va a dar, y por tanto, saber si va a
salir cara o cruz.
Otro ejemplo: es un juego típico
con niños, mostrarles los dos puños cerrados para que adivinen en cuál se
oculta un caramelo. Cuando ellos eligen una mano, saben intuitivamente
que la probabilidad de que el caramelo esté ahí es de 1/2, como en el
caso de la moneda en el aire. Esto refleja su ignorancia, no la
situación real.
El caramelo no se "materializa" al azar en una
de las dos manos cuando las abrimos, sino que estaba en ella desde el
principio. Pensar lo contrario sería absurdo. Pero este absurdo es lo que sucede con los electrones, según la Mecánica Cuántica. Inicialmente el electrón NO tiene una posición definida. No es que la tenga y nosotros la desconozcamos (como en el caso del caramelo en la mano), es que NO la tiene. Y es al medir su posición (el equivalente a abrir las manos) cuando efectivamente se manifiesta en una de ellas.
Se ha tratado repetidamente de
formular teorías alternativas a la Mecánica Cuántica, en las que la probabilidad
cuántica es un reflejo de nuestra ignorancia, al estilo del juego de
los puños cerrados. En esas teorías el electrón estaría realmente en
una posición concreta desde el principio, sólo que nosotros no
sabríamos en cuál. Pero todos esos intentos han fracasado y la Mecánica Cuántica ha
salido siempre triunfante, a pesar de ser tan "absurda"".
"Como
hombre que ha dedicado su vida entera a la más clara ciencia superior,
el estudio de la materia, yo puedo decirles, como resultado
de mi investigación acerca del átomo, lo siguiente: no existe la
materia como tal. Toda la
materia surge y persiste debido solamente a una fuerza que causa que las
partículas atómicas vibren, manteniéndolas juntas en el más diminuto de
los sistemas solares: el átomo. Debemos asumir que detrás de esta fuerza existe una mente consciente e
inteligente. Esta mente es la matriz de toda la materia"
Max Planck
Físico alemán
Padre de la Teoría Cuántica
Premio Nobel de Física, 1918
Pareciera que, desde principios del siglo XX, los materialistas están viendo cómo, poco a poco, su objeto de culto se va desdibujando... Por eso, cuando algún amigo afirma rotundamente: "Yo sólo creo en la materia", siempre respondo con un cortés: "Pues buena suerte" :-)
Otra teoría sobre la forma en que "Dios usa sus dados", AQUÍ.
Sobre la física cuántica y el fin del reduccionismo, AQUÍ y AQUÍ.
Más sobre física cuántica, AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ.
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