Quiero aclarar que, aunque este post haga referencia a la telepatía, no es éste un tema por el que una servidora sienta un especial interés. Ni por la telepatía ni por ningún otro de los llamados popularmente "fenómenos extraños". Lo último que deseo es que este blog se convierta en otro sitio -uno más- dedicado a sucesos "no explicados", dicho esto con todo el respeto para los aficionados a esos temas.
La razón por la que, después de pensarlo mucho, he decidido transcribir estos párrafos que siguen, es porque en ellos el doctor Rupert Sheldrake nos narra una sabrosa anécdota que ilustra a la perfección lo que venimos denunciando en este blog desde su inicio, a saber: que existe un amplio sector de la Ciencia que podríamos llamar "ultraconservador", inmovilista y profundamente dogmático, pero con un poder cuasi omnímodo sobre las instituciones y como generador de opinión pública. Que este sector se halla cerrilmente aferrado a unos rígidos cánones de actuación establecidos en la ya lejana época de la Ilustración, y no revisados desde entonces. Que estos cánones, estas "reglas del juego" inamovibles, ya deberían estar más que superados a estas alturas del siglo XXI, pues asfixian y amordazan lo que, en otro tiempo, fue la fecunda libertad y creatividad de la Ciencia.
Acusamos a Richard Dawkins de ser uno de los máximos impulsores actuales -en su extremo más hostil y agresivo- de este nuevo modo de oscurantismo.
Rupert Sheldrake es un reconocido bioquímico inglés, Research Fellow de la Royal Society y profesor de la Universidad de Cambridge. Sheldrake está actualmente sometido, en la red y fuera de ella, a una auténtica campaña de difamación (a un auténtico acoso y derribo, diría yo) precisamente por denunciar estos hechos que arriba indicamos y por desmarcarse y usar su libertad individual y el más estricto método científico para adentrarse en unos terrenos que la Ciencia ortodoxa no tolera. Por esta razón, antes de dar crédito a los libelos de la Wikipedia, les insto, sobre todo si son científicos, a que lean las obras de Sheldrake, analicen las EVIDENCIAS que en ellas expone y, a partir de estas evidencias, se construyan una opinión "personal", imparcial, no dirigida desde fuera por nadie que decida por ustedes lo que es real y lo que no lo es. Lo que deben creer y lo que no. Si no le permiten este tipo de abusos a las instituciones religiosas, no se lo permitan a nadie. Atrévanse a ser libres.
"En 2006, el canal 4 de la televisión británica emitió una diatriba en dos partes de Richard Dawkins contra la religión, titulada The Root of All Evil? (¿La raíz de todos los males?) Poco después, la misma productora, IWC Media, me dijo que Dawkins quería visitarme para discutir mi investigación sobre capacidades no explicadas en seres humanos y animales en un nuevo programa de televisión. Yo era reacio a participar porque esperaba que sería tan parcial como el programa previo de Dawkins. Pero la representante de la productora, Rebecca Frankel, me aseguró que ahora eran más abiertos de mente. Me dijo: 'Tenemos interés en que sea un debate entre dos científicos, acerca de modalidades científicas de investigación'. Entendiendo que Dawkins estaba interesado en examinar las evidencias, y con el compromiso escrito de que el material se editaría imparcialmente, estuve de acuerdo y fijamos una fecha.
Como estaba previsto, Dawkins acudió a la llamada. El director, Russell Barnes, nos pidió que nos sentáramos uno frente al otro; nos filmaron con cámara en mano. Dawkins empezó diciendo que creía que probablemente estaríamos de acuerdo en muchas cosas, 'pero lo que me preocupa de usted es que está dispuesto a creer casi cualquier cosa. La ciencia debería basarse en un mínimo número de creencias'.
Estuve de acuerdo en que teníamos mucho en común, 'pero lo que me preocupa de usted es que da la impresión de ser dogmático, lo que da a la gente una mala impresión de la ciencia y la aleja de ella'.
Entonces Dawkins dijo que desde un espíritu romántico él mismo estaría dispuesto a creer en la telepatía, pero que no había evidencias de ella. Desdeñó así toda la investigación realizada sobre el asunto, sin entrar en detalles. Afirmó que si realmente ocurría, 'trastocaría las leyes de la física', y añadió: 'Las afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias'.
'Depende de lo que consideres extraordinario -repliqué-. La mayoría de las personas afirmaron haber experimentado la telepatía... En ese sentido, la telepatía es ordinaria. La afirmación de que la mayoría se han engañado respecto a su propia experiencia es extraordinaria. ¿Dónde está la evidencia extraordinaria para esto?'. Dawkins no pudo aportar evidencia alguna, aparte de argumentos genéricos acerca de la fiabilidad del juicio humano. (Por lo visto el profesor Dawkins no es humano, puesto que considera su propio juicio infalible :-)). Dio por sentado que la gente quiere creer en lo 'paranormal' debido a ilusiones.
(Un inciso: los escépticos suelen aducir que si alguna vez pensamos en alguien de quien inmediatamente recibimos una llamada de teléfono y nos parece que existe una correlación entre ambos hechos, es porque no prestamos atención todas las veces que pensamos en esa persona y no hay ninguna llamada. En otro punto del libro, Sheldrake sale al paso de estos argumentos: 'Indagué en la literatura científica para descubrir si estos argumentos estándar estaban apoyados por algunos datos u observaciones. No encontré investigación alguna al respecto. Los argumentos escépticos estándar eran especulaciones no apoyadas por evidencias. En ciencia no basta con avanzar una hipótesis: hay que verificarla'. Los adalides de la "evidencia", sin evidencias). Seguimos con su exposición de la anécdota con Dawkins:
A continuación estuvimos de acuerdo en que los experimentos controlados eran necesarios. Afirmé que esa era la razón por la que yo había realizado tales experimentos... La semana anterior había enviado a Dawkins copias de algunos de mis artículos en publicaciones científicas para que pudiera examinar los datos antes de nuestro encuentro. Sugerí que discutiéramos las evidencias. Pareció incómodo y dijo: 'No quiero discutir las evidencias'.
'¿Por qué?', pregunté.
'No hay tiempo' -replicó él-. 'Es demasiado complicado. Y este programa no va de eso'.
La cámara dejó de filmar.
El director me confirmó que él tampoco estaba interesado en las evidencias, que la película que estaba haciendo era otra polémica de Dawkins contra las creencias irracionales. Dije: 'Si considera la telepatía como una creencia irracional, sin duda las evidencias de si existe o no son esenciales para el debate. Si la telepatía es cierta, no es irracional creer en ella. Creí que íbamos a hablar de eso. Dejé claro desde el principio que no me interesaba participar en otro ejercicio de desacreditación de bajo nivel'.
Dawkins replicó: 'Este no es una ejercicio de desacreditación de bajo nivel; es un ejercicio de desacreditación de alto nivel'.
Dije que me habían asegurado que sería un debate científico equilibrado acerca de las evidencias. Russell Barnes pidió ver los correos electrónicos que yo había recibido de su ayudante. Los leyó con obvia consternación, y dijo que las garantías que me habían dado no eran correctas (es decir, no le habían garantizado que pudiera exponer sus evidencias, al parecer sólo le llamaron para soportar estoicamente los ataques de Dawkins). En ese caso, dije, me visitaban bajo una falsa pretensión. El equipo recogió y se marchó. La serie, emitida en 2007, fue titulada Enemigos de la razón. (Le dijo la sartén al cazo :-))
(Por lo que hemos comprobado en los útlimos tiempos, Dawkins está convirtiendo esto de los desplantes en una fea costumbre).
Richard Dawkins siempre ha proclamado: 'Lo paranormal son tonterías. Quienes pretenden vendérnoslo son impostores y charlatanes' (Sheldrake, por tanto, queda dentro de este insulto general y tiene perfecto derecho a defenderse). Se pretendía que Enemigos de la razón popularizara esta creencia. Pero ¿su cruzada promociona realmente la Comprensión Pública de la Ciencia, que él enseña en Oxford? ¿Tiene que ser la ciencia un sistema fundamentalista de creencias? ¿O debería basarse en una investigación de lo desconocido con mente abierta?
En ningún campo del esfuerzo científico las personas, por otra parte inteligentes, se sienten tan libres de realizar afirmaciones públicas basadas en prejuicios e ignorancia. Nadie denunciaría la investigación en química, digamos, sin saber nada del tema. Sin embargo, en relación a los fenómenos psíquicos, los materialistas acérrimos se sienten libres para desdeñar la evidencia y comportarse irracionalmente y con escaso espíritu científico mientras pretenden hablar en nombre de la ciencia y la razón. Abusan de la autoridad de la ciencia y llevan el racionalismo al desprestigio".
En el mismo capítulo, Sheldrake narra una situación parecida, en este caso tristemente protagonizada por el insigne biólogo Lewis Wolpert. En esta ocasión se trataba de un debate organizado por la Royal Society, cada participante disponía de treinta minutos para exponer sus respectivas posturas. Wolpert se limitó a afirmar contundentemente que "no hay evidencia alguna que respalde la idea de que los pensamientos pueden transmitirse de una persona a otra..." excepto a través de los medios físicos habituales. Cuando le tocó el turno a Sheldrake, resumió las evidencias de telepatía en miles de pruebas científicas y mostró un vídeo de experimentos recientes... Wolpert no se giró para ver el vídeo. Se mantuvo de espaldas a la proyección durante la media hora que duró ésta, dando golpecitos con un lápiz sobre su mesa.
Evidentemente, si no miras, no verás, que es exactamente lo que Dawkins y Wolpert deseaban: no ver. La estrategia de los monos de Gibraltar, sólo que estos "monos", no miran ni escuchan, pero sí hablan, y mucho, aunque sólo sea para difamar, desvirtuar, deslegitimar y encauzar el río de la opinión pública en la dirección exacta que les conviene.
Repito, si he transcrito estas dos anécdotas, no es porque yo tenga el menor interés en la telepatía, pero sí tengo un vivo interés en rendir "evidencias" que apoyan mi tesis de que un sector de la Ciencia es obcecadamente inmovilista, dogmático, restrictivo, oscurantista y muy, muy estrecho de miras, algo que no puede menos que ser un grave obstáculo para el buen progreso del conocimiento humano. Dawkins no se negó a analizar las evidencias que había recopilado Sheldrake porque le parecieran absurdas o porque sea ateo, sino que es ateo y se niega a analizar esas y cualquier otra evidencia que propongan la existencia de fuerzas o entidades no alcanzables por el método científico, porque tiene un compromiso férreo con una doctrina filosófica (que en realidad no pasa de ser una hipótesis de trabajo) a la que no está dispuesto a renunciar, cueste lo que cueste... Aunque lo que tenga que rendir a cambio sea su propia imagen y credibilidad. Por supuesto, estamos hablando del fisicalismo.
Los mejores científicos descartan los resultados desfavorables como aberraciones que hacen desaparecer de los informes oficiales y transforman a veces experiencias equívocas en resultados decisivos o modifican el orden en el que las experiencias han sido realizadas, etcétera, y que todos se doblegan a las estrategias retóricas comunes que se imponen en el paso de los apuntes privados de laboratorio a las publicaciones.
Una gran innovación científica puede destruir infinidad de investigaciones y, de paso, de investigadores, a pesar de no tener la menor intención de perjudicar a nadie... Se entiende que las innovaciones no sean bien acogidas, que susciten resistencias formidables, que pueden recurrir incluso a la difamación, muy eficaz contra un capital que, como cualquier capital simbólico, es fama, reputación, etcétera".
Aquí pueden vislumbrar una posible "pista" que arrojaría luz sobre la razón por la que el fisicalismo (o materialismo) es considerado la única verdad posible. Si al Capital le conviene, y le conviene mucho, el fisicalismo vencerá. Porque el Capital hará lo imposible para que el statu quo que sustenta sus intereses no se mueva un milímetro de donde está y el materialismo ha sido una pieza clave en la estructuración de esta realidad tan conveniente...
Lo doloroso de todo esto es ver cómo esos jóvenes rebeldes que repiten eslóganes obscenos contra los creyentes en la red, están convencidos de que, al luchar contra Dios están luchando contra el Sistema ("sin dioses, sin amos", es el lema de muchos de ellos). ¿Cómo hacerles ver que ambas luchas son excluyentes? ¿Cómo mostrarles su ingenuidad? ¿Cómo hacerles entender que, apoyando el fisicalismo, como lo están haciendo, de ese modo tan irracional y violento de los últimos tiempos, sólo están añadiendo más hormigón a los ya inamovibles cimientos del colosal Sistema que desean demoler.
¿Y Dawkins? ¿Es consciente de todo esto? Sospecho que sí, y también sospecho que las razones primeras que impulsaron su entusiasta "cruzada atea" fueron honestas e, incluso, diría que, en cierto modo, necesarias, pues fueron provocadas por el desafortunado intrusismo de las corrientes creacionistas estadounidenses en el mundo académico; sospecho, repito, que sus motivaciones iniciales no tuvieron nada que ver con un interés subterráneo por mimar, alentar y alimentar al sistema capitalista, con la intención de que éste mantenga sus muchos bienes terrenales (los de Dawkins) a salvo... Pero, como ya hemos dicho en otras ocasiones, Dawkins es un tipo con suerte. Resulta que, al final, y sin proponérselo, va a conseguir matar dos pájaros de un tiro.
Leer también:
El materialismo no es una verdad científica
Al materialismo se le ha muerto la materia
Todas las entradas que aluden a Richard Dawkins, incluida ésta, aquí.
Todas las entradas sobre el cientifismo, incluida ésta, aquí.