"Durante los últimos 20 años he sido socio del Instituto de Ciencias Noéticas, cerca de San Francisco, y profesor visitante en muchas universidades, entre ellas el Instituto de Posgrado de Connecticut. He publicado más de 80 artículos en publicaciones científicas evaluadas por expertos, muchos de ellos en Nature. Pertenezco a muchas sociedades científicas, entre ellas la Sociedad de Biología Experimental y la Sociedad para la Exploración Científica, y soy socio de la Sociedad Zoológica y la Sociedad Filosófica de Cambridge. Imparto seminarios y conferencias sobre mi investigación en muchas universidades, institutos de investigación y simposios científicos en Gran Bretaña, la Europa Continental, América del Norte y del Sur, la India y Australasia.
En mis colegas científicos me ha sorprendido una y otra vez el contraste entre las discusiones públicas y las privadas. En público, los científicos son muy conscientes de los poderosos tabúes que restringen el espectro de temas permisibles; en privado, a menudo, se muestran más audaces.
Creo que las ciencias serán más apasionantes y atractivas cuando se alejen de los dogmas que restringen la investigación libre y aprisionan la imaginación...
El 'punto de vista científico' es inmensamente influyente porque las ciencias han gozado de un gran éxito. Influyen en nuestras vidas a través de las tecnologías y la medicina moderna. Nuestro mundo intelectual se ha transformado gracias a la inmensa expansión del conocimiento, desde las partículas microscópicas de la materia hasta la vastedad del espacio, con cientos de miles de millones de galaxias en un universo en continua expansión.
Sin embargo, en la segunda década del siglo XXI, cuando la ciencia y la tecnología parecen estar en la cima de su poder, cuando su influencia se ha extendido por todo el mundo y su triunfo parece indiscutible, problemas inesperados están alterando esa misma ciencia desde dentro. La mayoría de los científicos dan por supuesto que estos problemas acabarán solucionándose con una mayor investigación en las líneas establecidas (a esto lo llaman algunos "ciencia promisoria", otros lo llaman "fe" monda y lironda :-)), pero algunos, entre los que me incluyo, creen que se trata de síntomas de un malestar más profundo.
Juntas, esas creencias configuran la filosofía o ideología del materialismo, cuyo supuesto central es que todo es esencialmente material o físico, incluso las mentes. Este sistema de creencias llegó a ser dominante en la ciencia a finales del siglo XIX, y ahora se da por sentado. Muchos científicos no son conscientes de que el materialismo es (sólo) un supuesto: piensan en él, sencillamente, como ciencia, o como la visión científica de la realidad, o el punto de vista científico. No reciben ninguna enseñanza al respecto, ni la oportunidad de discutirlo. Lo absorben por medio de una suerte de ósmosis intelectual.
Rupert Sheldrake
Bioquímico británico
Research Fellow de la Royal Sociaty
Universidad de Cambridge
Sheldrake está considerado un científico "controvertido", precisamente por las causas que denuncia en los párrafos que transcribimos en esta entrada: por atreverse a cuestionar en voz alta los dogmas que muchos colegas suyos sólo se atreven a cuestionar en privado. Recordamos a los lectores que la lista de científicos, ahora auténticos referentes históricos, que en sus inicios fueron "controvertidos" para la ortodoxia científica de su época, es muy, muy larga. Personalmente, veo a Sheldrake como un entusiasta trabajador de la Ciencia que, franqueada ya la séptima década de su vida, ha decidido, si me permiten la expresión coloquial, "pasar olímpicamente" :-) de los férreos límites que otros siempre han querido imponer a sus afanes y aventurarse en esos campos que la ciencia oficial no admite como propios. A estas alturas de su carrera, supongo, poco tiene que perder, y, si deja abierta una vía para que otras generaciones se lancen en pos del conocimiento más vedado -se encuentre a la postre o no una respuesta en ese sentido-, su esfuerzo no será del todo en vano.
Como ya hemos dicho en otras ocasiones respecto a otros autores polémicos, el hecho de que traigamos aquí unos párrafos de alguna de sus obras (en este caso se trata de "El espejismo de la Ciencia", publicado en 2012, un título que, sospechamos, está cargado de jocosa ironía y aviesa intención, qui legit intellegat ;-)), no significa que secundemos TODO su ideario. Nos limitamos a transcribir aquellos puntos en los que coincidimos con su postura.
"Si sólo las ideas consideradas 'ortodoxas' reciben apoyo a través de la concesión de subvenciones u oportunidades para publicar, es seguro que el progreso de la ciencia quedará ahogado como lo estuvo durante la Edad Media"
Chandra Wickramasinghe
Astrofísico británico nacido en Sri Lanka
Profesor de la universidad de Cardiff
Analizamos el tema de esta entrada también aquí y aquí.
Enlace externo:
El físico teórico ateo Martín López Corredoira también nos habla en esta entrevista de los dogmas de la ciencia.