"Un evento de tanta repercusión mediática (el festival de arte y astronomía STARMUS, celebrado en Tenerife entre los días 22 y 28 del pasado mes de septiembre), sobre todo por las
declaraciones de Stephen Hawking sobre Dios y la religión, merece un
comentario desde el punto de vista teísta y religioso.
No creemos que sus opiniones en STARMUS aporten algo nuevo, pero sí
muestran un tono de mayor radicalidad y ausencia de matices (...)
1) Lo primero que llama la atención es la causa de que las
declaraciones de Hawking se vean como algo sorprendente y un
“escándalo”. En esta situación están Hawking mismo, los periodistas que
valoran sus afirmaciones y todos los creyentes que están todavía en una
manera de pensar antigua (greco-romana). La razón de la sorpresa y del
escándalo es muy simple: es la tesis de que el cristianismo (y las
religiones) afirman que la razón natural (avalada por la ciencia y la
filosofía) muestra con certeza absoluta (o metafísica en la terminología
escolástica) que la existencia de Dios es incuestionable.
En consecuencia, afirmar a Dios como real es el centro racional de toda
existencia humana (teocentrismo). No es posible decir que Dios no existe
si el hombre usa correctamente su razón. Por ello, afirmaciones
generales y poco matizadas de Hawking como “el universo puede ser
explicado sin Dios” o “Dios no existe”, son por sí mismas
“transgresoras” del orden teocéntrico establecido por la tradición
religiosa, tal como, al parecer, es entendido por Hawking mismo, por los
periodistas que lo escuchan y por los creyentes “antiguos”.
2) Sin embargo, una hermenéutica moderna del cristianismo,
representada ante todo por la teología de la ciencia, no asume hoy el
teocentrismo que, por otra parte, y esto no se niega, ha sido propio de
la filosofía cristiana durante siglos. El universo no impone a la razón
la Verdad última e incuestionable de Dios, sino que se muestra a la
razón como un enigma que deja al ser humano racional abierto a una inquietante incertidumbre metafísica. El enigma y la incertidumbre,
propios de la cultura moderna, son pues posibles porque el universo
podría ser entendido racionalmente (por la ciencia y por la filosofía)
de acuerdo con una de dos hipótesis alternativas.
Si sólo
hubiera una posibilidad de explicación, sin alternativa, no habría ni
enigma ni incertidumbre. Pero este no es el caso porque la incertidumbre
existe, tal como muestran la ciencia, la filosofía y el estado de las
opiniones metafísicas que de hecho toman forma en nuestra sociedad.
Decir que existe una incertidumbre y una alternativa, no significa que
cada una de estas alternativas, o hipótesis sobre la verdad metafísica
del universo, no cuente con argumentos a su favor, que no son valorados
igual por teístas y ateos, y esto es obvio.
3) De hecho, el cristianismo y las religiones... se entiende mejor al reconocer que Dios ha querido
crear un universo enigmático, que sitúa al hombre ante una
incertidumbre metafísica última que es la base de la libertad. Dios ha
querido crear un universo para la libertad, en que no impone su
presencia al hombre de forma necesaria...
4) En consecuencia, que Hawking (como otros
muchos científicos) afirme que es posible explicar el universo sin Dios,
es decir, que podría ser que el universo existiera como un universo
puramente mundano, no debe extrañarnos. Esta afirmación sólo es
“transgresora” para quienes tienen una mentalidad teocéntrica (bien sea
el mismo Hawking, los periodistas o los cristianos “antiguos”). El
cristianismo actual cuenta, sin embargo, con que el universo pueda ser
descrito sin Dios (como hipótesis científico-filosófica viable, sometida a la valoración de cada individuo).
Por ello, no se
extraña de que Hawking considere que el universo “podría” ser entendido
sin Dios. La forma en que Hawking valora su ateísmo (o la de otros
autores) es indiferente. Hace años defendía un universo acordeón que
existe eternamente pasando de un big bang (singularidad) a un big
crunch. A partir del libro de 2010 The Grand Design, Hawking defiende la
existencia de una metarrealidad en la que se producen cuasi-infinitos
universos, todo ello entendido en el marco de la Magic-T o teoría de supercuerdas.
5) Por consiguiente, Hawking tiene todo el
derecho, avalado por la estructura racional del universo creado por
Dios, para entender que existe una alternativa metafísica sin Dios.
Puede decir, por tanto, que “Dios no existe” (siempre que se entienda:
“tengo la opinión racional, avalada hipotéticamente por la ciencia y la
filosofía, de que Dios no existe”. Su ateísmo puede ser asumido
libremente como posibilidad abierta por la estructura del universo. Sin
embargo, no sería correcto decir: “la ciencia (y la filosofía)
demuestran con certeza absoluta que Dios no existe”, o decir también,
“la alternativa teísta en la explicación del universo no es viable” (ambas declaraciones, como sabemos, son las únicas que trascienden al gran público, vean en este post una de las razones de que la mayoría de la gente sólo conozca esta versión del debate, aparte de las razones analizadas en este artículo).
Esto no lo dice Hawking, pues sabe perfectamente que entender la
viabilidad de una explicación atea y asumirla (por ejemplo en su caso),
no significa que se haya demostrado que Dios no existe y que otros no
pudieran concebir argumentos de que sí existiera. De hecho, es una evidencia
sociológica que muchos científicos y filósofos saben en esencia lo
mismo que Hawking, lo valoran de forma diferente y son manifiestamente
teístas. (Pueden consultar si lo desean nuestra bibliografía, allí encontrarán un buen número de expertos, muchos de ellos catalogados entre los "pares" de Hawking, que tienen mucho que decir acerca del físico británico y sus ideas "transgresoras", pero que, curiosamente, nunca encuentran el micrófono abierto, por lo que su opinión pasa desapercibida. El ciudadano de a pie sigue creyendo que Dios no existe, sin más razones que "porque lo ha dicho Hawking". Supongo que han oído hablar del sesgo de disponibilidad, ¿verdad?)
La teoría de supercuerdas, por otra
parte, está cada vez más criticada, como se ha visto hace poco en Lee Smolin...
¿Existen multiversos que van emergiendo de acuerdo con juegos de valores
previstos en la Magic-T? Existirían como posibilidad lógica, y esto ya
es mucho; pero no como algo que podamos decir que en realidad existe. Lo
que hoy sabemos, avalado por evidencias empíricas, no va más allá del
“modelo cosmológico estándar” y de la “teoría estándar de partículas”.
7) Aunque el plato fuerte de STARMUS, sobre todo en relación a la
cuestión de Dios, ha sido Stephen Hawking, también ha hecho acto de
presencia Richard Dawkins con su habitual crítica radical de Dios y lo
religioso...
Su aportación en STARMUS ha sido muy concreta: lo más probable es que
haya vida en otros planetas y esto produciría un problema para las
creencias religiosas (¿?)
Inciso: Parece que nuestro profesor ha encontrado otro hilo del que tirar para llegar a ningún sitio, quizás se le ha agotado el filón que alimentaba sus argumentos más trillados y refutados una y otras vez incluso por sus pares. Personalmente, opino que si Dios es creador, también será "creativo". Los que nos dedicamos a la creación artística sabemos lo que esto significa, si me permiten el salto abisal en esta extravagante analogía que establece un paralelismo entre mi humilde persona y un Ente enigmático que supongo anterior al espacio y el tiempo (al fin y al cabo no estoy haciendo nada que Dawkins mismo no haya hecho antes: buscar en el universo a un Dios que se parezca a él :-) ... y luego se queja de no haberlo encontrado). La creatividad, la vocación creativa, es una auténtica "fiebre abrasadora", una pulsión incontenible que no suele dejarse cercar por ningún obstáculo, físico o metafísico, hasta conseguir el desahogo de su deseo. A mí no me produce el más mínimo prurito intelectual imaginar un Dios altamente creativo que no permitiría que su "fiebre creadora" se ciñera obligatoriamente a un minúsculo planeta, habiendo dado origen a tantos otros... De hecho, que no frenara su impulso generador, que expandiera Su afán creativo más allá de nuestras fronteras planetarias, me resulta la opción más... sí, razonable ;-). No entiendo dónde estaría el conflicto.
La verdad es que no es así. La
posibilidad de vida extraterrestre ha sido ponderada ya por teólogos
cristianos y no parece que pudiera suponer un problema para las
creencias religiosas o cristianas. Hemos tratado ya cuestión en Tendencias21 de las Religiones. No queremos alargar más este artículo con estas consideraciones.
8) ¿Cuál es entonces la valoración de STARMUS desde el punto de vista
de las creencias religiosas? Se intuyen algunas consideraciones
inmediatas: se ha tratado de una voz monocorde (sólo el punto de vista
de una parte); las opiniones han sido poco precisas y matizadas en
entrevistas periodísticas, pero se han tocado temas de gran
trascendencia metafísica; sin embargo, se han mantenido en una difusa
penumbra las diferencias entre las opiniones personales (de Hawking o
Dawkins) y la objetividad científica; pero lo que de hecho ha
trascendido en grandes titulares periodísticos ha sido el slogan “la
ciencia dice que Dios no existe”, pero esto es un gran fraude
intelectual que hasta el mismo Hawking se vería obligado a matizar; por
tanto, puede decirse que lo que el gran concierto de pseudo
rock-científico de STARMUS ha conseguido es seguir contribuyendo a
consolidar socialmente que “lo políticamente correcto” es decir que se es ateo, o, al menos, agnóstico, pero que lo religioso no hay por donde
tomarlo.
Muchas gentes que no saben ni ciencia ni
filosofía, incluso que apenas tienen formación intelectual o cultural,
entenderán, por obra de los “media”, que en su ambiente no pueden hablar
de Dios porque es “políticamente incorrecto” hacerlo, aunque, en el
fondo de sus conciencias, estén abiertos al enigma del universo y a la
posibilidad de que su verdad última fuera Dios. Pero hay que decir con fuerza que esta imposición mediática y social es un fraude intelectual
que, en el fondo, elimina la libertad de los individuos, imponiéndoles
un universo de pseudo-certezas “ateas”, cuando en realidad estamos en un
universo de profunda incertidumbre metafísica. A muchos hombres de nuestro tiempo se les está contando una “trola” (pseudo-ciencia) que
cercena y corta una parte muy importante de las decisiones existenciales
que pertenecen a su libertad personal".
Javier Montserrat
Profesor titular en la Universidad Autónoma de Madrid, en el
Departamento de Psicología Básica
Especializado en Percepción y ciencia
de la visión
y
Leandro Sequeiros
Doctor en Ciencias Geológicas, Licenciado en Teología
Catedrático de Paleontología
Inciso en gris añadido
A título personal, debo aclarar que a mí no me molestan en exceso las declaraciones de Stephen Hawking. Afirmar que el universo surgió espontáneamente de la nada viene a corroborar lo que tantas tradiciones religiosas, filosóficas y esotéricas han venido proclamando desde hace milenios: que Dios creó el universo "ex nihilo". De la Nada. La Nada era y, de ella, el Creador, exclamando un "hágase" hizo brotar el Todo. ¿Que ese Todo tiene la sorprendente cualidad de mantenerse por sí mismo? Aún no sabemos si esto es cierto, pero, si lo fuera, nosotros, pobres mortales, también sabemos crear máquinas que se autoalimentan ¿Por qué un Ser, de un poder tan presumiblemente colosal que podría haber dado origen al cosmos, no habría de tener esa habilidad que nosotros tenemos? :-) Tampoco aquí veo conflicto alguno. La única controversia real consiste en que Hawking "cree" (y subrayo, "cree", aunque los medios conviertan esa "creencia" en verdad revelada), que ese surgimiento del universo a partir de la nada fue provocado por el mismo universo... ANTES DE EXISTIR. (Perdón por las mayúsculas).
Desde Laplace, se compara al universo con una gran máquina, pero, según mi siempre limitada información, ninguna máquina ha sido capaz, hasta ahora, de crearse a sí misma. Algo falla en la analogía.
Pueden ver el artículo completo aquí.
La falacia de Hawking
Bernard Haisch y el "mantra" de la Ciencia
La pregunta de Leibniz y los múltiples mapas de la realidad
La pregunta número 23
Los dogmas de la Ciencia
Enlace externo:
Stephen Hawking no lo hizo todo (Divulgación de la Ciencia)