Las maneras de Dawkins no me gustan, ni sus argumentos. El de la tetera voladora es bastante pueril. Es cierto que la carga recae en quien afirma, pero seamos serios: no es comparable dios al archiconocido ejemplo de los unicornios (que de manera dogmática y cansina proponen sus fanáticos seguidores, incluso ridículamente con idénticos ejemplos: como el unicornio rosa o la tetera voladora, como si no existieran más objetos rocambolescos ...)
Abrimos un paréntesis para ofrecer a nuestros amigos ateos una breve lista de criaturas ficticias con las que pueden renovar y personalizar sus analogías, y con menos sílabas que "unicornio", algo que siempre se agradece en los debates largos ;-)
Elfo, silfo, hobbit, genio, hada, gremlin, gnomo, duende.
De nada.
Dios es necesario a priori para explicar el por qué hay algo y no nada para grandes metafísicos como Leibniz o Descartes. Los unicornios no son necesarios para ninguna realidad metafísica, ni cartesiana ni idealista trascendental, no ocupan ninguna categoría. Bien es cierto que la distinción ser/no ser (de la que parten estas deducciones a priori), es probablemente un prejuicio heredado de Parménides, Platón y que Aristóteles desarrolló con gran impacto en la sensibilidad cognoscitiva occidental, pero ese es otro tema. Dawkins es el estandarte del ateísmo popular, y uno de sus argumentos más famosos es malísimo, reflexionemos".
Nuestra entrada definitiva sobre "Dios y los unicornios", aquí.