"La opinión no es más que el concepto o parecer que nos formamos sobre una cosa debatible, cuestionable y que nos lleva por sí misma a discurrir sobre las razones o conjeturas referentes a la certeza de una cosa. Por consiguiente, la opinión nos ha de impulsar hacia un conocimiento cada vez más claro y seguro, de forma que produzca la firme adhesión de la mente con algo conocible... La verdad, en cambio, es absoluta, no relativa: no depende de las circunstancias, ni depende de quien la diga. Es inmutable; lo que es verdad hoy lo tiene que ser siempre, eso es universal... Lo que sucede, y esto es lo terrible, es que son muchos en nuestro mundo actual los que elevan a categoría de verdad absoluta lo que no es nada más que su opinión personal.
La que es absoluta es la verdad, pero no el conocimiento que podamos tener de ella en este mundo. Por eso es plausible y necesario mantener ante la verdad una actitud 'perspectivista'. Ni yo tengo toda la verdad ni la tiene el otro, porque cada persona la conoce sólo desde su propio punto de vista. Esto no quiere decir que se reduzca a mero subjetivismo, sino que el conocimiento que tenemos de la verdad es incompleto. Pero, precisamente por eso, mi perspectiva se puede completar y enriquecer con la que ofrecen los demás.
¿Cuándo surge el fanatismo? Cuando se eleva la opinión de cada uno a la categoría de verdad inamovible, cerrándose a la perspectiva de los otros.
Ortega y Gasset ponía el siguiente ejemplo: los segovianos contemplan la sierra de Guadarrama desde su vertiente norte y los madrileños desde su vertiente sur. Ven la misma realidad unos y otros, pero desde perspectivas diferentes. Las dos son igualmente verdaderas, pero necesariamente incompletas.
Bernabé Tierno
Psicólogo, pedagogo y escritor español
Licenciado en Filosofía,
Ciencias de la Educación y Psicología
Universidad Complutense de
Madrid
Algo, creemos, a tener en cuenta, tanto por parte de los creyentes como de los ateos.
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